Contengo la respiración mientras
él abre los ojos. Lo cojo de la mano y procuro que mi voz no se quiebre cuando
digo:
–Lo siento, papá.
Junto a sus párpados, esas graciosas
arrugas. Está sonriendo y no entiendo por qué.
–¿Qué es lo que sientes, pequeña?
Trago saliva y me esfuerzo por
retener las lágrimas un poco más.
–Que todo vaya a ser oscuro a
partir de ahora… Que no puedas verme.
Me muerdo el labio con fuerza
para no llorar. Estoy a punto de derrumbarme.
–¿Por qué dices eso?
Observo el velo que ahora cubre
sus ojos castaños y siento ganas de gritar.
–Papá… –comienzo, pero no soy
capaz de continuar.
–Estoy vivo, mi niña, ahora lo
veo todo con claridad.
Me acaricia la mejilla con
dulzura y yo me enjugo una lágrima antes de que llegue a sus dedos.
–No tienes que fingir conmigo. No
hace falta… soy más fuerte de lo que crees –aseguro, aunque no creo ni una de
mis palabras.
Para mi sorpresa, se echa a reír.
–Ciego o no, no puedes esconderte
de mí. ¿Lo sabes, verdad?
Se acabó. No puedo más y rompo a
llorar.
–No, papá. Estás ciego, ciego
para siempre. ¡Ya no podrás volver a verme!
Sus ojos se muestran compasivos y
yo me avergüenzo de mi misma.
Me coge la cara con ambas manos y
parece mirarme. ¿Cómo…?
–Eres azul. Con mariposas
amarillas. Eres inocencia, dulzura y juventud. Generosidad. Veo tu luz.
Me quedo muy quieta. No digo
nada.
De repente, siento su calor. Sus
manos fuertes y ásperas me transmiten paz. Y entonces lo veo. Un… resplandor…
un destello dorado que desprende su piel.
Abro mucho los ojos, fascinada.
–¿Y tú, hija, puedes verme?
Sé que no se refiere a ese
momento. A su cuerpo tendido en la fría cama, a la niebla que cubre ahora sus
pupilas. Veo su grandeza, su cariño, veo su bondad. Sonrío y le aprieto la
mano.
–Te veo, papá.
Simplemente perfecto.
ResponderEliminarGracias Cereza ;)
EliminarMe alegra que te haya gustado, es un placer tenerte por aquí.
Estoooo...Lloro vale?.. Me a recordado a mi padre! en eso de la sonrisa...parece que nada puede con ellos y siempre gana su sonrisa y su fortaleza!! Como mi padre! aisss! que bonito Cuñi!
ResponderEliminarNo me llores más, preciosa míaaaa!!!!
EliminarEs normal que te haya recordado, en realidad cuando lo escribí pensaba en mi padre. Tu papi era muy grande, cuñi. Ellos nunca pierden la sonrisa, sacan fuerza de donde sea.
Un besito, te quiero!!!
Una linfdura, una lindura!!!
ResponderEliminarDios, es que el ver es más que la vista, y eso, el amor, el conocerse... Es hermooooso! Aunque casi no se dijo los sentimientos, hace sentir lo suficiente.
Saludos!
Gracias Esciam!
EliminarSe puede ver más allá, no solo con la vista, como bien dices. Me alegra que te haya gustado. Un beso!
Pichurriiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!! :D
ResponderEliminarTIENES UN PREMIO EN MI BLOG!!! YIJAAAAAAA! JIJI!! TE SÚPER QUIERO!!!
Jajaja woooo!! Otro premio???? Mi vitrina está feliz!! Gracias, cari, yo también te quierooooo!
EliminarBonita forma de recordar que, tal como decía "El Principito", Lo esencial es invisible a los ojos.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Noelia. Me encantó esa frase ;) Un beso!
EliminarPUUUUFFF!!!!
ResponderEliminarquieres hacerme llorar o que?? jaja pues que sepas que casi lo consigues!!!
Preciosa entrada!!! me ha encantado!!! :D
Te dejo mi blog por si quieres echarle un vistazo!! :D
ai.blogspot.com.es/
Un beso!! ;)
Hola Ana Isabel!
EliminarMuchísimas gracias!! ;) Me alegra mucho que te hayas emocionado. Ahora mismo entro en tu blog y te sigo. Un beso!