SIETE AÑOS Y UN TESORO

 

Dicen que si rompes un espejo, las brujas te maldicen por siete años.

Pero, ¿qué hay que hacer para ganarse justo lo contrario?

Siete años de sueños e ilusiones, de promesas.

Recuerdo aquel once de abril y lo nerviosa que estaba. ¿Recuerdas que no podía parar de hablar? Te abracé con ganas y nos besamos bajo el sol, con un anhelo esperado palpitando en nuestros labios.

Pero solo fue el principio. El comienzo de nuestro viaje. Un viaje que espero hacer por muchos años, recorriendo el mundo de tu mano, como siempre hago.

A veces pienso en esa frase: “la felicidad es un trayecto, no un destino”. Y sé que tú eres ese trayecto por el que quiero caminar siempre.

¿Siete años? Siete días. Siete segundos. Porque a tu lado el tiempo no corre, vuela. Porque tú para mí eres risas, eres aire, eres un día lluvioso entre las sábanas blancas. Eres calidez y dulzura, generosidad y paciencia.

Eres un beso en los labios que no te esperas.

Tantos momentos vividos, tantos recuerdos que han calado en lo más hondo.

Eres tantas cosas buenas que no sé si yo te merezco a ti.

Y hoy, once de abril, siete años después, doy gracias a la suerte por haberte traído a mí.

TE QUIERO, IVÁN