Hace mucho que no hago una entrada, pero la resolución de un concurso en el foro de El rincón de tus libros siempre me da una buena excusa para hacerla.
En esta ocasión, el concurso se llevó a cabo en verano, y yo misma quedé segunda :)
Es un honor compartir podio con dos súper escritoras y amigas con las que llevo compartiendo muchas cosas desde hace tiempo.
1ºPosición: Un
segundo amor en el metro (375geminis)
Un instante, una imagen, solo unos minutos... este relato es realista, tierno, nostálgico y muy dulce.
En el metro nadie te mira a los ojos, pero
yo te he estado
mirando durante mucho tiempo. No sé cuántas paradas llevamos ya, pero no me
canso de mirarte. Y parece que tú también te alegras de verme. Si no, ¿por qué
me sonreirías? ¿Por qué me mirarías de esa forma tan cariñosa, como antes?
Me gustaría sonreírte, pero sé que el que está a tu lado es tu novio. Vale, lo admito, parece que te trata bien y sé que te va más que bien. He escuchado que será en primavera, ¿verdad? Estarás preciosa vestida de blanco, lo sé. Seguramente ese día serás muy feliz. Me hubiera gustado ser yo el que esté a tu lado, esperando en el altar. Pero hay que afrontar la realidad, solo soy tu segundo, no sé hacerte feliz. Y tu amor es como un soldado, leal hasta morir.
El vagón frena ante una nueva estación y ella se mueve de su sitio con él; parece que han llegado a su parada. Mi ángel no cesa de mirarme y justo cuando pasa por mi lado, susurra: Adiós. Su voz ha sonado triste, como si no hubiera querido decir aquella despedida. Su melena oscura me da la espalda y la veo bajar del tren. Recorre el andén con él, cogidos de la mano y, mientras les observo, el fulgor que ha encendido en mi corazón se mantiene latente.
Lo sé. Todo el mundo quiere una llama, pero nadie quiere quemarse.
Me gustaría sonreírte, pero sé que el que está a tu lado es tu novio. Vale, lo admito, parece que te trata bien y sé que te va más que bien. He escuchado que será en primavera, ¿verdad? Estarás preciosa vestida de blanco, lo sé. Seguramente ese día serás muy feliz. Me hubiera gustado ser yo el que esté a tu lado, esperando en el altar. Pero hay que afrontar la realidad, solo soy tu segundo, no sé hacerte feliz. Y tu amor es como un soldado, leal hasta morir.
El vagón frena ante una nueva estación y ella se mueve de su sitio con él; parece que han llegado a su parada. Mi ángel no cesa de mirarme y justo cuando pasa por mi lado, susurra: Adiós. Su voz ha sonado triste, como si no hubiera querido decir aquella despedida. Su melena oscura me da la espalda y la veo bajar del tren. Recorre el andén con él, cogidos de la mano y, mientras les observo, el fulgor que ha encendido en mi corazón se mantiene latente.
Lo sé. Todo el mundo quiere una llama, pero nadie quiere quemarse.
2ºPosición: Asunto pendiente (Makena)
Maldigo el día en que mi hermana decidió volver de entre los muertos para «echarme un cable». Recuerdo lo que me dijo entonces, y me pregunto de nuevo si el destino no se está cachondeando de mí.
—Tu vida es un desastre, Inés, ¿lo sabías? —me soltó, tan tranquila.
—¿Ah, sí? —me quejé yo—. Pues no me hagas hablar de la tuya.
Entrecerró los ojos para mirarme con rabia contenida y apretó los dientes.
—Eso es un golpe bajo, desagradecida.
Me reí con ironía.
—¿Y por qué tengo que darte las gracias exactamente?
—Porque aún me preocupo por ti, eres mi asunto pendiente.
Alcé las cejas, incrédula. Ni muerta podía dejar de ser tan dramática. Estaba segura de que si no había pasado ya al otro lado era porque los de allí arriba (o abajo) estaban alargando su llegada lo máximo posible. No me extrañaba; esta mujer pondría a prueba la paciencia del mismísimo Dios.
—¿Cómo es posible que mi vida amorosa sea tu asunto pendiente? Es ridículo.
—Precisamente, tu vida amorosa sí es ridícula, Inés. ¿A qué esperas?
—A que venga la médium; va a limpiar esta casa de seres indeseables.
—Eso no te librará de mí, créeme.
3ºPosición: Helia (Black Rose)
¿Qué puedo decir de Helia? Creo que es un relato increíble y apasionante que te envuelve desde el principio y te obliga a seguir leyendo. Espero firmemente que su autora no nos haga esperar mucho para saber cómo sigue.
―Celda doscientos trece. Procediendo a su
apertura.
Lys abre los ojos despacio al escuchar el sonido. No sabía que ése fuera el número de su cubículo, pero su puerta se ha abierto. Dos hombres ataviados con una blanca armadura avanzan hacia el umbral y la miran.
―El día ha llegado ―su voz suena metálica tras el casco que le oculta el rostro.
No esperaba otra cosa. Una voz sombría para una noticia sombría. Se levanta sin oponer resistencia y se coloca entre ambos. Los pasillos del resto de la prisión son de un blanco tan impoluto como las paredes de su celda. Las puertas se abren cada vez que se acercan a ellas. Lys lo agradece. Es preferible un camino sin interrupciones para no pensar en el destino que le espera.
Llega hasta una habitación distinta. Una mesa está dispuesta a un lado, con un mantel blanco cubriéndola y tres jeringuillas encima. Una tabla vertical de vidrio le espera en el centro, donde debe ser atada. A su alrededor, distintas cristaleras permitirán al público ver el espectáculo. Los vigilantes le colocan las sujeciones en las muñecas y los tobillos. Lys deja que su mente vague entonces. No puede pensar en otra cosa que no sea Aiden. Ella no podía imaginar un mundo sin él, espera que él sí pueda imaginar un mundo sin ella.
Lys abre los ojos despacio al escuchar el sonido. No sabía que ése fuera el número de su cubículo, pero su puerta se ha abierto. Dos hombres ataviados con una blanca armadura avanzan hacia el umbral y la miran.
―El día ha llegado ―su voz suena metálica tras el casco que le oculta el rostro.
No esperaba otra cosa. Una voz sombría para una noticia sombría. Se levanta sin oponer resistencia y se coloca entre ambos. Los pasillos del resto de la prisión son de un blanco tan impoluto como las paredes de su celda. Las puertas se abren cada vez que se acercan a ellas. Lys lo agradece. Es preferible un camino sin interrupciones para no pensar en el destino que le espera.
Llega hasta una habitación distinta. Una mesa está dispuesta a un lado, con un mantel blanco cubriéndola y tres jeringuillas encima. Una tabla vertical de vidrio le espera en el centro, donde debe ser atada. A su alrededor, distintas cristaleras permitirán al público ver el espectáculo. Los vigilantes le colocan las sujeciones en las muñecas y los tobillos. Lys deja que su mente vague entonces. No puede pensar en otra cosa que no sea Aiden. Ella no podía imaginar un mundo sin él, espera que él sí pueda imaginar un mundo sin ella.
Quiero dar las gracias por todas las votaciones que he recibido y los comentarios sobre mi relato, porque me cargan las pilas y me ayudan a seguir. Y, por supuesto, mi más ENHORABUENA a todas las compañeras con las que he participado!! Los relatos eran increíbles, y fue difícil dar los votos. Creo que todas merecían un triunfo.
¡Hasta el próximo concurso!
Tetaaa! enhorabuena por ese segundo puestooo!! vales un montónnn! me alegro muxisimooo! sigue demostrando lo que vales que aquí estaremos los de siempre apoyándote en todo! muaaak wapaa!
ResponderEliminarGracias, amor!! Por estar siempre ahí, al pie del cañón.
EliminarPronto haré una entradita para enseñaros lo que me regaló la "jefa" del foro que convocó el concurso, que también es amiga :)
Un besazo!!